Se enumeran a continuación tan sólo algunos de los muchos testimonios de los miembros agradecidos de nuestra iglesia. Damos gracias a Dios que Él nos está utilizando para ayudar a quienes están en necesidad.
Soporte y Busqueda de Trabajo
Llegue hacen tres años de Puerto Rico a Springfield Ma. Aun con mis estudios universitarios el llegar a un nuevo lugar presentó un reto grande; no ser capaz de obtener un empleo lo más rápido como yo hubiera deseado. Definitivamente el llegar a la Iglesia Apostolica Cristiana de Bethsaida ha impactado mi vida; sus lideres de jovenes me ayudaron en la busqueda de empleo y demas. Sus miembros me han acogido, ayudado y han sido mi soporte en los momentos mas dificiles de mi vida, estaré eternamente agradecida por eso. – Ana H. Grajales
Consejería
Soy nacida y criada en Juana Diaz, Puerto Rico. A la edad de 17 años me traslade a vivir a los estados Unidos en un esfuerzo de mejorar mi vida, ya que sufria de depresion severa. Tan pronto llegue a los E.U., comenze a tratar de llenar mi vacio,participando en fiestas y tomando bebidas alcoholicas; lloraba todas las noches preguntandome que me pasaba, nadie me entendia e intente en contra de mi vida. No fue hasta que fui a la Iglesia Apostolica Cristiana De Bethsaida en Holyoke, MA por primera vez que en seguida que vi el rostro de cada hermano, yo decia “wow ellos tienen algo que yo no tengo y que yo quiero”… yo quede asombrada por la manera que adoraban a Dios y sabia que a mi me faltaba lo que ellos tenian. Para la gloria de Dios llevo un año en el evangelio y le doy gracias a Dios por poner personas llenas de amor y servicio a mi lado que forman parte integral de mi desarrollo espiritual y emocional. – Liz Rivera
Primeramente le doy gracias a Dios por haberme traido a esta iglesia donde realmente se siente la presencia de Dios de manera especial. Cuando yo llegue a este lugar yo me encontraba rebelde, no queria escuchar consejos de nadie, ni me importaba nada. Pero doy gracias a Dios por unos pastores pacientes y dirijidos por Dios, que me ayudaron a levantarme, al abrir nuestro corazon a Dios, el lograr cambiarnos no para mal, sino para bien. – Yanitza Cruz
Desde que yo vine a la iglesia a la edad de 7 años, he sido bendecida en muchas areas pero a la edad de 13 años decidí tomar un sendero diferente. Este sendero me dirigió a tomar malas decisiones. Un par de años más tarde, yo regresé a la Iglesia Apostolica Cristiana con muchas cicatrices emocionales y físicas. Tuve una actitud negativa hacia la vida y personas y mi conducta era indeseable. Yo no fui facil, pero mis Pastores y los lideres nunca se dieron por vencido. Su paciencia, su amor, y sus oraciones me ayudaron a vencer esa difícil etapa de mi vida. Estoy para siempre agradecido. – Rochellie Garcia
Soporte
Hace doce años, cuando era adolescente, me encontré frajil, cansada y con una historia de profundos traumas emocionales causados por mi ambiente pasado y gente a la que pensé que eran apegados a mí. A través de luchas, a través de las calamidades y en el borde de caer más abajo de lo que me imaginaba, nunca la congregación, líderes y pastores me dejaron caer, con su apoyo sincero y su atención. Hoy, soy un miembro real de esta congregación, y soy responsable de el ministerio de los niños.
Honestamente puedo dar testimonio de que esta es una congregación de amor y apoyo. Si usted no tiene una familia, aquí se siente como si tuviera una nueva familia en Cristo, porque el compañerismo y la unidad son muy importantes. Muchas lágrimas de súplica han caído en nuestro altar, y he visto gente sanada de cáncer, las personas dejan las adicciones y aun más importante he visto cómo Dios ha transformado el quebrantado de corazon y los ha hecho nuevos, feliz, y en completa paz! – Verónica Rivera
Consejería y Apoyo Anti-Drogas
Ser un miembro de la IACB ha sido una bendición. En el 2007, llegué a IACB muy joven, adicto a drogas muy malas. Mi apariencia no era la mejor pero los miembros de la iglesia me recibieron con brazos abiertos y con mucho amor me ayudaron a vencer mi adiccion. Permítame decirle, yo fui débil y recaí muchas veces pero los miembros de la iglesia nunca me dieron su espalda; al contrario, ellos me extendiero su mano y me ayudaron a levantarme. He estado libre de drogas por mas de dos años. Soy ahora un hombre de bien, con una esposa, familia y mi primer hijo; gracias Dios! – Angel Cruz